Esta vez nos vamos a su vertiente más oriental donde sus picos son mucho más altos (Aneto y Maladeta) y allí acompañado del río Esera y un paisaje más que envidiable encontramos Benasque.
Un precioso pueblo pirenaico con un encanto muy especial y un punto de encuentro maravilloso ya que desde allí podremos apreciar bien la belleza de este hermoso valle.
No podemos olvidar su cercanía con Cerler y sus pistas de esquí si lo visitamos en invierno, o hacer alguna excursión en el parque natural de Posets-Maladeta que nos permitan adentrarnos más en la naturaleza.
Por supuesto tenemos el río Esera en el que podemos realizar rafting a lo largo de todo su recorrido por el valle.
De camino hacía Benasque podemos visitar el casco histórico de Graus y no olvidarnos de comprar longaniza. Y también podemos visitar el templo budista de Panillo... que para todos aquellos que no hayan visto un templo de ésta religión seguro que causará curiosidad.
Aquí tenéis unas fotos...
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